El dinero es un elemento absolutamente necesario en la vida, gracias al cual se puede llevar una vida cómoda y satisfactoria. Por desgracia, la mayoría de las personas no tienen acceso a cantidades ilimitadas de dinero y, por esta razón, cuando surge una necesidad se ven obligadas a recurrir a los creditos personales online. Las entidades bancarias ofrecen a los clientes interesados una variedad de servicios en materia de préstamos, y hay varios tipos adecuados para cualquier situación. Es importante que cualquier cliente potencial conozca las características básicas de estos instrumentos financieros para obtener la mejor oferta posible y evitar situaciones indeseables, como la imposibilidad de pagar las cuotas a tiempo o incluso dejar de hacerlo por completo.
En el siguiente artículo descubrirás qué son los préstamos, cuáles son las condiciones que hay que cumplir para acceder a ellos y cuáles son sus principales características. También podrá consultar una lista de los tipos de préstamos personales disponibles y descubrir algunos consejos útiles para hacer la mejor elección para obtener un préstamo.
Indice:
- 1. ¿Qué son los préstamos?
- 1.1. ¿Cómo obtener un préstamo?
- 1.2. Características de los préstamos bancarios
- 2. Tipos de préstamos personales
- 2.1. Préstamos al consumo
- 2.2. Préstamos hipotecarios
- 2.3. Préstamos para estudiantes
- 3. Consejos útiles para encontrar el mejor préstamo personal
1. ¿Qué son los préstamos?
Casi todo el mundo acaba necesitando en algún momento más dinero del que dispone en sus cuentas personales. Como la alternativa de renunciar al gasto no siempre es la correcta, la solución sigue siendo acudir a una entidad financiera para obtener el dinero tan necesario. En el mercado bancario abundan las ofertas de diversas entidades, pero la elección debe hacerse sopesando las ventajas y los inconvenientes de obtener un préstamo en efectivo.
Los préstamos son actividades financieras por las que el prestatario obtiene una cantidad que se compromete a devolver de una sola vez o gradualmente mediante cuotas mensuales. Además del dinero recibido, el prestatario tiene que pagar intereses adicionales y otros gastos y comisiones que representan la rentabilidad del banco por el servicio prestado. Los préstamos bancarios se dividen, según el tipo de persona que los solicita, en préstamos personales para particulares y préstamos comerciales para diversas empresas que necesitan dinero extra para llevar a cabo su negocio.
1.1. ¿Cómo obtener un préstamo?
Las condiciones de concesión de préstamos están reguladas por la Ley 18.010 sobre operaciones de crédito y otras obligaciones bancarias. Cada institución bancaria tiene ciertos requisitos, pero también hay algunos comunes, que cualquier solicitante de un préstamo debe cumplir, de lo contrario los bancos tienen derecho a negarse a conceder el servicio. El cumplimiento de estas condiciones es necesario, porque así las distintas entidades financieras se aseguran de que los pagos se realicen a tiempo. Para obtener los fondos necesarios para diversas necesidades, las personas que desean un préstamo deben presentar los siguientes documentos:
- Documento nacional de identiad;
- Copia del contrato de trabajo, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, que acredite la antigüedad en el empleo;
- El documento que certifica el importe de las últimas remuneraciones de los trabajadores dependientes;
- Los autónomos deben presentar documentos que acrediten sus ingresos regulares.
Además de estos documentos habituales, las entidades de crédito son libres de exigir otras condiciones, como un historial crediticio positivo, una garantía o la existencia de copagos.
1.2. Características de los préstamos bancarios
El préstamo es una forma de utilizar el dinero ganado en el futuro para el presente. Básicamente, un banco ofrece una cantidad que se devolverá en una fecha posterior con los ingresos futuros. El uso de este dinero para diferentes proyectos también conlleva ciertos costes que hay que conocer de antemano para tomar la decisión correcta. Un préstamo personal se caracteriza por los siguientes aspectos:
- El importe máximo concedido suele estar en consonancia con los ingresos mensuales obtenidos. Cuanto más altos sean los ingresos, más dinero podrá pedir prestado. Este cálculo también tiene en cuenta el nivel de endeudamiento, que suele ser del 35% de los ingresos (esto significa que una persona puede pedir prestada una cantidad cuya devolución mensual no supere el 35% de los ingresos);
- El tipo de interés es el porcentaje adicional de dinero que tienen que pagar los prestatarios. Este porcentaje es variable en función del mercado;
- Las comisiones y los honorarios adicionales son importantes porque pueden sumar cantidades considerables. Estas comisiones pueden pagarse una sola vez en el momento de la concesión del préstamo o periódicamente por diversos servicios;
- El plazo de amortización es el periodo de tiempo en el que se debe devolver el dinero prestado. En este sentido, existen préstamos a corto y medio plazo (de 1 a 4 años) y préstamos a largo plazo (normalmente en el caso de los préstamos hipotecarios);
- Las garantías exigidas están representadas por la provisión de ciertos elementos para asegurar que el banco recuperará el dinero prestado. En el caso de los préstamos al consumo de corta duración, no suelen exigirse garantías, pero en el caso de los préstamos de gran cuantía, suelen exigirse dichas garantías;
- La existencia de ventajas adicionales, como el periodo de carencia (un periodo de varios meses desde que se contrata el préstamo hasta que se paga la primera cuota), la posibilidad de obtener préstamos online sin tener que ir a la oficina del banco.
2. Tipos de préstamos personales
Los préstamos personales son préstamos a personas que tienen una necesidad específica, no especificada o concreta. Por regla general, los préstamos personales son de menor cuantía que los comerciales, pero esto hace que sean más fáciles de obtener, con menos trámites. Los principales tipos de préstamos personales son los préstamos al consumo para la compra de diversos bienes, los préstamos hipotecarios para la compra o renovación de una vivienda y los préstamos a estudiantes para la realización de estudios y titulaciones.
2.1. Préstamos al consumo
De los muchos tipos de préstamos personales, los préstamos al consumo son los más solicitados. Su objetivo es permitir la compra de bienes o servicios cuando las cuentas personales no tienen suficiente dinero y el día de pago está lejos. Este tipo de préstamo es muy útil porque puede utilizarse para aprovechar, por ejemplo, una oferta especial que vence en un corto periodo de tiempo. Los préstamos al consumo también son útiles si los comerciantes no ofrecen la posibilidad de pagar a plazos los servicios y bienes ofrecidos a los clientes. Por regla general, el dinero que se obtiene a través de un préstamo de este tipo no es muy numeroso, y por esta razón puede ser obtenido fácilmente incluso por personas que cumplen un mínimo de condiciones.
2.2. Préstamos hipotecarios
Un tipo especial de préstamo es la hipoteca. Este servicio se ha creado especialmente para satisfacer las necesidades de los clientes que necesitan una gran suma de dinero para comprar una vivienda. Dada la importancia de los importes, los bancos exigen una garantía. Más concretamente, la garantía está constituida por la propia vivienda adquirida con el dinero prestado. Si el cliente no quiere o no puede pagar las cuotas mensuales, la casa pasa a ser propiedad del banco, que puede venderla para recuperar la inversión.
Los préstamos hipotecarios se diferencian de los préstamos al consumo no sólo por la cantidad de dinero que se obtiene, sino también por el amplio plazo de amortización y los tipos de interés generalmente más bajos. El importe máximo que la entidad financiera puede conceder en el caso de un préstamo hipotecario está en consonancia con el valor del inmueble. Para determinar el importe máximo, se realiza una tasación del inmueble, se establece su valor de mercado y se concede un préstamo de hasta el 80% de este importe. Para determinar este importe, también se tendrá en cuenta el grado de endeudamiento, siendo las condiciones las mismas que para los otros tipos de préstamos.
2.3. Préstamos para estudiantes
Los préstamos para estudiantes son habituales en Estados Unidos y el Reino Unido, donde el acceso a los cursos universitarios suele estar condicionado al pago de elevadas tasas anuales. Los préstamos para estudiantes también han llegado a otros países donde la vida estudiantil es cada vez más cara. Los estudiantes pueden pedir varios tipos de préstamos para completar sus estudios.
El dinero se pagará, la mayoría de las veces, al final de los estudios, después de la graduación y el empleo en el campo de estudio. El dinero obtenido puede utilizarse para pagar las tasas anuales, los gastos de alojamiento y manutención, los gastos relacionados con los estudios en el extranjero en diversas universidades de primer nivel y para asistir a cursos de postgrado, como másteres o doctorados, que pueden aportar un valor añadido a la carrera deseada. Incluso existe la posibilidad de que los estudiantes que han recibido una beca pero aún no han recibido el dinero obtengan un préstamo para cubrir los gastos hasta que reciban la propia beca.
3. Consejos útiles para encontrar el mejor préstamo personal
La experiencia de los clientes con los bancos es bastante compleja, ya que no siempre es fácil hacer los pagos mensuales a tiempo. Además, existe la posibilidad de modificar las condiciones de crédito aumentando los tipos de interés o exigiendo condiciones adicionales. Muchos clientes de las entidades financieras se preguntan qué tipo de préstamo es el mejor para aprovechar. La respuesta a esta pregunta no es definitiva, porque las circunstancias y el destino del dinero son diferentes. La mejor respuesta es que acceder a diferentes tipos de préstamos para diferentes necesidades es la mejor opción.
Los especialistas financieros, que han estudiado a fondo las circunstancias de los préstamos y su devolución, tienen algunos consejos para los futuros clientes. Tener en cuenta estas recomendaciones hace que la relación entre clientes y bancos sea mutuamente satisfactoria:
- Los préstamos no deben utilizarse para compras impulsivas. Este tipo de compra no suele tener un valor real, y los artículos adquiridos de este modo acaban siendo utilizados sólo durante un breve periodo de tiempo. La recomendación es dejar pasar al menos 24 horas para considerar si la inversión merece la pena antes de pedir un préstamo;
- El importe del préstamo debe estar en consonancia con la posibilidad de realizar pagos mensuales fáciles. Aunque la legislación estipula que el nivel de endeudamiento debe ser de hasta el 35%, llegar a este porcentaje no es recomendable, porque en muchos casos llevará a la morosidad o incluso al impago;
- Sin embargo, si hay problemas para devolver el dinero, puedes negociar con la entidad financiera para establecer un nuevo plan de pagos o incluso obtener un periodo de gracia hasta que se restablezcan las finanzas;
- Si es posible prepagar un préstamo, se recomienda hacerlo, porque automáticamente los intereses pagados serán menores;
- Los clientes deben saber que existe la posibilidad de renegociar un préstamo. Esto puede ser beneficioso porque se pueden obtener condiciones de pago más ventajosas, ya sea bajando el tipo de interés o ampliando el plazo de amortización;
- Hay que tener en cuenta el periodo de amortización. Por regla general, la primera tendencia es pedir un plazo de amortización más largo, porque así las cuotas mensuales son más bajas. Esto es cierto, pero de este modo el dinero que se pague al final del contrato será mayor que si el periodo de amortización es más corto. La razón es que los intereses pagados durante un periodo de tiempo más largo valen más que durante un periodo de tiempo más corto.
En conclusión, el conocimiento de los diferentes tipos de préstamos que se pueden contratar con las entidades financieras es un elemento positivo para lograr una relación justa entre el cliente y el banco. Hay que sopesar las ventajas y desventajas de obtener diferentes tipos de préstamos para tomar la decisión correcta.
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